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El calvario de una menor en Paraná: la prostituía su propia familia

Por el hecho está acusado su hermano y la pareja quienes la obligaban a mantener relaciones sexuales con hombres que la llevaban a moteles.

En un juicio abreviado que se realizó este martes, una pareja reconoció que durante tres años prostituyó a una menor que estaba bajo su custodia.

Ambos aceptaron la calificación legal y el monto de la pena que acordaron Fiscalía y defensas: cumplirán, si el acuerdo es homologado, la pena de 10 años.

El Tribunal integrado por los jueces, Gustavo Pimentel, Alejandro Grippo y Gervasio Labriola, dará a conocer su veredicto el martes venidero.

El hombre fue imputado del delito de Facilitación a la prostitución de menores de edad calificado por el vínculo y por la condición de guardador de la víctima; en tanto que la mujer lo fue por el de Promoción y facilitación a la prostitución de menores calificado por el modo (violencia y amenazas) y por ser conviviente y guardadora de la víctima, que tenía 14 años cuando comenzó a ser obligada a mantener relaciones con desconocidos.

Defensa

Al hombre, cuya defensa pública la ejercen las letradas oficiales, María Álvarez y Romina Cian, se le imputó «que en fecha no precisada, pero aproximadamente durante el año 2009 y hasta fines del mes de abril de 2012, cuando la menor, que vivía en su casa, en la que convivía junto a su pareja, encontrándose en especial posición de garante por ser guardador -guarda otorgada en fecha 23 de octubre de 2009- y hermano de la menor, haber permitido -sin oponer ningún tipo de reparo o resistencia- que su pareja promoviera y facilitara el ejercicio de la prostitución por parte de aquella, llevándola a diferentes lugares de los que era retirada por los «clientes», quienes la llevaban a distintos moteles de la ciudad. Que dicha situación se mantuvo mientras duró la convivencia».

Enferma

La mujer, que es representada por José Barbagelata, fue acusada de que en el mismo período y en las mismas condiciones de quien era su pareja, «promovió y facilitó el ejercicio de la prostitución por parte de aquella, llevándola a diferentes lugares de los que era retirada por los «clientes», quienes la llevaban a distintos moteles de la ciudad. Que dicha situación se mantuvo mientras duró la convivencia y fue contra la oposición de la menor a quien la insultaba y la agredía física y psicológicamente».

Pedido de prisión domiciliaria

La defensa de la mujer solicitó que la pena a aplicar se ejecute bajo la modalidad de prisión domiciliaria. Fiscalía no se opuso al pedido y lo dejó librado a las competencias del Juzgado de Ejecución y Medidas de Seguridad, que evaluará la situación a través sus equipos técnicos.

El motivo del pedido estriba en que la imputada padece un severo cuadro de salud que requiere «un seguimiento médico asistencial constante y el suministro de medicación de modo crónico». También «se encuentra en tratamiento psiquiátrico con diagnóstico de pánico y medicación al efecto». La defensa acompañó la correspondiente historia clínica actualizada.

Fuente: El Diario