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Confundidos: mitos y verdades sobre el Censo 2022

Por Matías Enriquez

“No abras ese archivo!!! Es falso y te hackea el celular” y “No entren a este link http://censo.gob.ar…es un link falso y te roban los datos” fueron tan solo algunos de los tantos mensajes que llegaron por estos días, ya sea por Facebook o WhatsApp alertando de supuestos riesgos de acceder al link del Censo que se estará llevando a cabo el día miércoles 18 de mayo. Antes de cualquier análisis, llevemos un manto de tranquilidad: entrar a esa URL no conlleva ningún tipo de hackeo de dispositivos ni nada por el estilo. Entrar en ese link lo único que nos garantizará será agilizar la gestión del censista que visite nuestros domicilios.

En estos días invadieron nuestros dispositivos un sinfín de consultas y alertas sobre el famoso censo, desde los mencionados hackeos hasta la posibilidad de no realizar el Censo, algo que sí es obligatorio, tal como indica el artículo 17 del Decreto 726/2020. Incluso en algunas redes circuló alguna versión tan disparatada como aislada que alertaba de la posibilidad de no realizar el censo porque se tenía que haber hecho en el 2020. El argumento esgrimido era que el censo debía realizarse en dicho año y no reviste ninguna obligatoriedad realizarlo en este 2022. Parece absurdo recordarlo pero el motivo por el cual no se realizó en 2020 fue por el aislamiento social, preventivo y obligatorio que nos hizo estar encerrados durante gran parte de dicho año en la cuarentena más eterna de todas, gracias al decreto presidencial de marzo de dicho año. Pero la desinformación también es así de ridícula y muchos fueron víctimas de la falacia.

Es imperioso comprender qué valor tiene el Censo, que va mucho más allá del mero aporte estadístico. El Censo brinda información cuantitativa en concepto de cifras demográficas pero también aporta algunos datos muy valiosos respecto de nuestras características inherentes al nivel educativo y tasa de desempleo de la población. Es una de las herramientas más útiles para la elaboración y desarrollo de políticas públicas, por más que parezca que en este país mucho no se utilice para ello. Quizás la única particularidad que tiene este Censo en comparación con años anteriores es la inclusión de preguntas sobre la identidad de género, alejándose de la habitual pregunta respecto del sexo de las personas.

Frente a los rumores respecto del patrimonio económico o la situación laboral, es necesario aclarar que este Censo 2022 contiene en su cuestionario digital muchas similitudes con sus versiones predecesoras, con muchas generalidades que buscan evitar caer en la individualización a priori, aunque no lo logren. De ninguna manera el censo digital solicita datos bancarios ni financieros, tal como también se difundió en algunos audios de whatsapp por estos días. Muchas veces a la desinformación la combatimos con sentido común y “tomando el toro por las astas”. En este caso, siendo nosotros – y no otro que nos lo cuenta con su visión sesgada – quienes abrimos e incursionamos en la versión digital del Censo.

Entre tantas versiones que también existieron, había muchas dudas respecto de la vacunación de las personas contra el covid. Provacunas vs antivacunas intercambiaron extensos debates en algunas redes y foros respecto de este tema. En ninguna pregunta del cuestionario del Censo digital se hace alusión alguna a la inmunización respecto del Covid-19.

Entre tantas imprecisiones y, en el extenso abanico de versiones que circularon estos días, también se sembraba la duda respecto de porqué un censista debía ingresar a nuestros hogares si realizamos una versión digital del mismo. Sobre este apartado, es imperioso remarcar que no es necesario el ingreso del censista al hogar, cómo se hacía en otras épocas, sino que se sugiere que se respondan las preguntas desde la puerta de la vivienda por razones sanitarias. Cabe destacar que el censo digital no reemplaza al tradicional sino que solamente tiende a reducir los tiempos de visita y el procesamiento de datos. En tal caso, lo recomendable es responder manteniendo una distancia pero también desde el interior del domicilio para evitar algún posible delito.

Sin dudas que tantas versiones imprecisas calaron profundo en una sociedad polarizada que ve con cierto escepticismo cualquier acción implementada por el Gobierno. No sorprende que esto sea así cuando desde el propio Gobierno siempre se navegó en un mar de vaguedades, por ejemplo, al presentar algunos proyectos controvertidos como fuera el Observatorio Nodio o la famosa app CuidAr, de la que poco y nada se conoce aún respecto del uso privado de los datos personales. Y precisamente es allí, en el uso de datos por parte del Estado, donde surgen algunos temores. Está claro que el Estado tiene acceso a los datos que se brindan en el Censo pero quizás lo que más dudas despierta es la protección de los mismos, entendiendo las fallas y vulnerabilidades que tiene el propio sistema.

Fuente:elentrerios