Habrá reunión entre Alberto y Paolo Rocca

Paolo Rocca.

El BCRA recién emitió la mitad de lo que se espera para el añoEn plena crisis del coronavirus, y cuando el ministro Martín Guzmán se apresta a definir la oferta que registrará en Wall Street para apurar la reestructuración de la deuda, el presidente Fernández busca enhebrar una nueva señal de aliento a un alicaído empresariado, muy escéptico con la reactivación económica. El escenario es singular: con una crisis económica heredada, esa debacle parece haberse profundizado y ahora habrá que apostar a un rebote que debe ser alimentado.

Pero hay algo más, una ‘medición’ que trajo alerta en el Gobierno por estas horas: que no habrá épica de rebote al “estilo 2003”, es decir, que si bien la caída de 2020 se parece mucho a la de 2002, la recuperación que operó en 2003, incluso con algún rebote estadístico, bien podría no ser la de fines de 2020 y comienzos de 2021.La decisión del Gobierno es que con recursos escasos en las arcas públicas (se esperan más paquetes de ayuda), ahora el papel central será del empresariado. Y aunque en algunos despachos oficiales no guste, Rocca es la cabeza del principal grupo económico de la Argentina, con gravitación clave en la construcción y la energía. Y la mirada es que, esa foto de Rocca junto al Presidente podría ser un mensaje positivo para la inversión y la generación de puestos de trabajo.

La Casa Rosada viene de una semana impar. A la gestión de la pandemia, le sumó los viajes a las provincias, un terreno menos complejo en términos sanitarios, que habilitó fotos en parques industriales. También se metió de lleno en otras cuestiones de la pospandemia. El encuentro con el exministro Roberto Lavagna (ver aparte) y con algunos industriales también entró en los cálculos del Gobierno. “La economía oxigenó la agenda”, dicen en el Palacio de Hacienda, si bien para algunos, habrá que hacer ‘respiración artificial’ a algunos sectores. La idea de fondo es no dejarle al mercado la recuperación. Básicamente, porque no hay mercado, la oferta y la demanda quedaron en suspenso hasta nuevo aviso y peligran miles de empleos.

De eso se habló en el encuentro que Alberto Fernández mantuvo en Olivos con empresarios industriales el último miércoles. Allí estuvieron Pagani (Arcor), Pérez Companc (Molinos), Bulgheroni (Pan American Energy), Bosch (Adecoagro), Madanes (Aluar), Migoya (Globant), Herrero (Toyota), Acevedo (UIA) y Kaufmann (Accenture). A ese encuentro faltó, con aviso, Paolo Rocca, a quien sin embargo el Presidente había visto un día antes. Esa oportunidad fue, para algunos, una especie de gesto de reconciliación después de que Fernández lo llamara “miserable” a Rocca tras los 1.500 despidos realizados justo cuando el Gobierno había decretado su prohibición. Sin embargo, la apuesta de la Casa Rosada es la de un encuentro formal que cierre definitivamente la herida abierta, y siente a Rocca en el futuro pacto social que viene urdiendo el Gobierno.

En este sentido, en el Palacio de Hacienda se ilusionan con la figura del acuerdo social. Esa idea ha sido recuperada por Alberto Fernández, pero también ofrecida como prenda de intercambio cordial por parte de los empresarios. Se supone que están dispuestos a ordenar la salida de la cuarentena de forma consensuada. Cuestiones centrales como la reforma tributaria, laboral y hasta una política para administrar las divisas necesarias para las importaciones serían parte de una agenda de temas a discutir.