Así lo pudo saber este medio de varias fuentes consultadas ayer en Casa Rosada. Pero el que primero dio una pista de este cambio de tendencia había sido el propio presidente Alberto Fernández, quien en un reportaje concedido a TN el miércoles por la noche, advirtió que «puede haber botón rojo» para ajustar la cuarentena.

«No voy a dejar que el esfuerzo que se hizo se pierda», sentenció y, ante el aumento de casos registrados en los últimos días, afirmó que no permitirá que el sistema de salud «llegue a un punto de colapso».

Aunque la actual etapa del ASPO finaliza el 20 de septiembre, dado que fue extendido por 3 semanas, podría ser recalibrada antes de su finalización. En Casa Rosada no descartaron ajustar la cuarentena no sólo por la «meseta alta» de casos que registra la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, sino la preocupante situación que se vive en provincias como Jujuy, Mendoza, Río Negro, Córdoba o Santa Fe.

Ayer se informaron en todo el país 12.026 casos, número récord, y 245 muertes por coronavirus. Pero más de 4 mil de los contagios se registraron fuera del área metropolitana. Preocupa el estrés del sistema sanitario de provincias que hasta hace poco no tenían gran cantidad de contagios y avanzaban en aperturas de actividades y habilitaban reuniones sociales.

«Si hay un acuerdo político, alejado de la grieta, podríamos volver a como estábamos en marzo», dijo ayer un integrante del gabinete que recorría los pasillos del Patio de las Palmeras cuando fue consultado por este y otros medios. Se mostró preocupado por la situación y por varios sistemas de salud provinciales «al borde del colapso». Con todo, como tantos funcionarios, volvió a emprender contra el «compromiso social» que «no adecúa a la situación» que hoy registra la pandemia en Argentina.

Cierre en puerta

En tanto, un funcionario consultado coincidió en que «estamos más cerca de cerrar que de habilitar nuevas aperturas (al ASPO). La situación se complica en las provincias». Por ello, el presidente Alberto Fernández comenzará a realizar giras a los distritos más afectados.

Este lunes viajará a Mendoza con un grupo de médicos y especialistas. También en la misma semana podría movilizarse hasta Jujuy y Salta. La idea es repetir, esta vez con la presencia del jefe de Estado, el modelo Chaco donde se logró contener el avance de la epidemia merced al refuerzo sanitario enviado por Nación.

En el oficialismo daban como ejemplo el rápido crecimiento que ha tenido el coronavirus en provincias como Mendoza, ayer con 544 casos, o Chubut. «En Puerto Madryn hasta el intendente Sastre se ha contagiado y sólo tienen 15 camas de terapia intensiva (UTI) en toda la ciudad», explicó otra fuente consultada. Ayer el reporte de Salud informó un 61,1% de ocupación de camas de UTI a nivel nacional. Pero, como quedó dicho, hay distritos más comprometidos.

Desde hace meses, cada renovación del ASPO por parte del Ejecutivo viene con aperturas puntuales y, en el caso del AMBA, viene continuando el mismo estatus con algunas habilitaciones en la Ciudad.

Ayer se publicó el DNU que autorizó como «excepción» la gastronomía en las veredas de los bares porteños, pero vedándola en terrazas y patios interiores de los establecimientos. «No podemos aceptar eso, los lugares de uso común. Además siempre es más probable que la gente se apoye en una baranda con el riesgo que conlleva» de contagio, explicó una fuente de Jefatura de Gabinete consultada.

Tampoco descartó un endurecimiento de los controles y se mostró «preocupado» por la situación sanitaria. Es por ello que podría haber más restricciones al movimiento de personas tanto en la región metropolitana como en provincias más comprometidas. Es que en el Ejecutivo hay mucha preocupación por la evolución de la pandemia en las últimas semanas. «No sabemos cuando va a declinar el pico», concluyó una de las fuentes.