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Terry Fox: el atleta que luchó contra el cáncer y pudo con «lo imposible» conocé la historia de superación que Google homenajeó con un Doodle

El gigante de Internet recordó, a 35 años de su muerte, al joven deportista y activista canadiense, que fue un ejemplo para aquellas personas que sufrieron una fatalidad en su vida y aún así, no se dieron por vencidos.

Este domingo se cumplen 35 años de la muerte de Terry Fox, el atleta y activista más famoso de Canadá, «Qiero probar lo imposible para demostrar que se puede hacer». Con esa frase del atleta Terry Fox Google decidió homenajearlo.

Sólo 23 años de vida le bastaron a este joven para dejar una huella imborrable en el mundo del deporte y ser un ejemplo tanto de lucha personal como de ayuda para los demás a través de sus acciones. 

Fox nació el 28 de julio de 1958 en la ciudad canadiense de Manitoba y recibió el nombre por parte de sus dos tíos, aunque siempre lo llamaron Terry. El segundo de cuatro hermanos, de los cuales sólo la más chica era mujer, desde pequeño fue alguien solidario.

Su papá trabajaba como guardagujas en la Compañía Nacional Ferroviaria, mientras que su mamá se dedicó a la educación de sus hijos y el cuidado de los menores en casa en los primeros años y, posteriormente, por la situación familiar, trabajó en una papelería.

A mediados de la década de 1960 su familia se mudó de Winnipeg a Vancouver y luego a Port Coquitlam, donde pasó el resto de su vida.

Terry Fox, una vida dedicada al deporte

Fox era un chico tranquilo, perseverante y paciente con lo que se proponía y quizás sea por eso, a pesar que no era hábil o tenía la altura, decidió dedicarse a una de sus grandes pasiones, el básquet. Si bien una y otra vez se frustraba y hasta sus profesores le recomendaban otros deportes como la lucha o el atletismo, siempre su gusto mayor fue meterla en el aro.

Empezó siendo el último reserva y sin apenas jugar un minuto, pero en los veranos practicó y mejoró tanto que se convirtió en imprescindible en el equipo e incluso en el último año de la escuela secundaria recibió el título de Atleta del Año.

Después de graduarse,  Fox entró al programa de Kinesiología en la Universidad Simon Fraser, de Burnaby, en el otoño de 1976.

Su objetivo era convertirse en profesor de Educación Física y seguir practicando deportes, así que fue aceptado en el equipo universitario de baloncesto.

Terry Fox fue un deportista y humanista, considerado un referente en la lucha contra el cáncer

El accidente y el descubrimiento de su grave enfermedad

El 12 de noviembre de 1976 Terry Fox tuvo un pequeño accidente automovilístico por un despiste y si bien salió ileso, una pequeña herida en la rodilla tardó el cicatrizar y su dolor fue en aumento.

Es por ese motivo que recurrió a los médicos con más continuidad hasta que el 3 de marzo de 1977 le dieron un diagnóstico inesperado: en lugar de un ligamento desgarrado, que Fox pensó que era el problema, tenía un tumor maligno.

Con apenas 18 años cumplidos, le diagnosticaron un osteosarcoma, que es un tipo de cáncer de huesos que le hizo perder la pierna derecha y que por sus características, va propagándose por todo el cuerpo.

A fines de la década de 1970, el tratamiento consistía en amputación, seguida de quimioterapia para garantizar que no hubiera propagación de células cancerosas.

Fox, que había sido jugador de baloncesto en el instituto, siguió jugando en silla de ruedas, ganando tres campeonatos nacionales.

Luego, ayudado con una pierna ortopédica, comenzó a correr con el fin de recaudar fondos para la investigación del cáncer.

La continuidad de la vida deportiva de Terry

Terry Fox leyó un artículo en una revista sobre Dick Traum, que había corrido el maratón de la ciudad de Nueva York con su pierna protésica.

Esta historia le resultó inspiradora y le dio a la idea de correr por Canadá para recaudar fondos para la investigación del cáncer. A principios de 1979 comenzó a entrenar por su cuenta y participó en un maratón, en el que llegó último.

En ese momento decidió su próximo reto de recorrer el país, de oeste a este con maratones en favor de la investigación del cáncer.

Nuevamente, vio el lado positivo de la situación e instauró lo que él mismo llamó Maratón de la Esperanza, recorriendo Canadá para crear conciencia sobre el cáncer y recaudar fondos para la investigación de la enfermedad.

Fox no quiso ocultar la enfermedad, sino darle visibilidad y normalidad, como un ejemplo de que son cosas que pueden suceder, pero que a la vez no deben frenarlo.

Y lo logró con una iniciativa que sigue vigente en todo el mundo para seguir avanzando en la investigación y conseguir curar cualquier tipo de cáncer.

Para el final de su aventura habría recorrido unos 8000 kilómetros sin embargo, tuvo que detenerse en Thunder Bay, Ontario, cuatro meses y más de 5000 kilómetros después de haber iniciado su proyecto, ya que el cáncer había invadido sus pulmones.

La muerte de Fox inspiró a miles

Menos de un mes después, Terry Fox murió, pero su legado sigue vivo y desde 1981 la «carrera Terry Fox» se celebra anualmente en más de 60 países.

Es considerada como la mayor carrera de un día destinada a la recaudación de fondos para la investigación del cáncer en todo el mundo. Fox logró recaudar un dólar por cada ciudadano canadiense, sumando más de 24 millones para la investigación del cáncer.

La primera Terry Fox Run, celebrada este día en 1981, unió a 300.000 personas en todo Canadá para caminar, correr o andar en bicicleta en memoria de Terry.

Lograron recaudó $ 3.5 millones destinados a la misma causa que movilizó a su fundador. 

La Terry Fox Run se realizará virtualmente este domingo en su honor y ha recaudado más de $ 800 millones desde sus inicios.

Fuente: (Cronica)