En esta misma línea, el mandatario indicó que unos «300 mil alumnos han tenido una merma, caída o pérdida de la continuidad» educacional de manera virtual durante lo que va de la pandemia y el aislamiento social, por sobre la masa de más de tres millones de estudiantes primarios y secundarios que se forman en la provincia. Asimismo, insistió que a pesar del paso adelante, en aquellos territorios en donde es “muy peligroso mandar a los chicos a la escuela” se enviarán «profesores sus casas”.

“Van a ir al domicilio a ver qué pasó, porque puede haber un problema personal, psicológico o familiar”, añadió.

Convencido de mantener tanto la virtualidad como la presencialidad educativa, Kicillof aclaró que lo que se pretende hacer en los 24 municipios en donde se volverán a las aulas es una prueba piloto.

“No hay una apertura indiscriminada, sino que los chicos y chicas tienen que ir con barbijo y en grupos que se turnan en el curso día por medio. Y si aparece un chico contagiado, se cierra esa aula. Va a ser una presencialidad con cuidado, controlada, porque no es chasquear los dedos; no es solo abrir la escuela con la llave, sino hacerlo seriamente, con cuidado”, insistió.

«Quiero que vuelvan ya las clases, la actividad económica, el turismo, pero me parece irresponsable, irreal o por una posición política obtusa decir que mato el virus con la indiferencia», agregó y adelantó que la semana que viene se comenzará con todos los preparativos correspondientes.