Cabecera-Radio-Genesis

Estados Unidos: así abandonó Donald Trump la Casa Blanca

El polémico presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dejó la Casa Blanca y partió hacia su retiro en Florida junto a la primera dama, Melania Trump.

El polémico presidente de los Estados UnidosDonald Trump, dejó este miércoles la Casa Blanca y partió hacia su retiro en Florida. Acompañado de la primera dama Melania Trump, el dirigente republicano saludó a las cámaras sobre una corta alfombra roja y se subió al helicóptero oficial Marine One para dirigirse a la base aérea de Andrews, en el vecino estado de Maryland.

Previo a continuar su marcha rumbo a la aeronave, Trump se detuvo unos instantes y señaló que el haber sido el primer mandatario ha sido «el honor de toda una vida» y añadió que «con suerte no será un adiós a largo plazo y nos volveremos a ver».

En esta misma línea, aseguró que su gobierno «no fue normal» y resaltó las que consideró sus principales medidas: «Reconstruimos las fuerzas armadas, creamos una nueva fuerza, la fuerza espacial, aprobamos el mayor recorte de impuestos de la historia y construimos dos veces una recuperación económica, antes y durante la pandemia».

Una vez allí aterrice en Maryland, se espera que Trump pronuncie unas palabras de despedida antes de volar hacia su club privado de Mar-a-Lago, en Palm Beach, donde pasará el día de la asunción del demócrata Joe Biden, recluido en uno de sus clubes de golf preferidos y se transformará en el primer presidente de la historia moderna de ese país en boicotear la ceremonia de investidura de su sucesor, aún enojado por su derrota.

El vicepresidente Mike Pence, quien argumentó desafíos logísticos para despegar hacia el lugar desde una base aérea cercana, también será otro de los ausentes a la ceremonia de jura de Biden.

Futuro incierto

Trump abandona su cargo sometido a dos juicios políticos, con millones de desocupados y más de 400.000 muertos por coronavirus. Tras su tiempo al frente de la Casa Blanca, el partido Republicano perdió ambas cámaras del Congreso y deberá reacomodar sus piezas en medio de una marcada división interna en torno a la figura de Trump y sus ambiciones electorales futuras, sobre todo teniendo en cuenta su enorme apoyo popular –74 millones de votos en las elecciones de noviembre pasado– pese a su complejo y alto perfil.