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Otra noche de furia en Madrid y Barcelona por el arresto del rapero Pablo Hasél

Unas treinta manifestaciones en toda España volvieron a salir a la calle para reclamar la liberación del rapero. Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat y más de 200 artistas, firmaron un manifiesto para pedir que dejen en paz al rapero.

Dos días después de celebrar las elecciones con menos participación ciudadana en décadas y en las que el independentismo logró más del 50 por ciento de los votos, Cataluña y Madrid ardieron en protestas por la detención de un rapero que la Justicia española considera culpable de insultar a la Corona y de hacer apología del terrorismo en las letras de sus canciones y a través de sus redes sociales.

El encarcelamiento de Pablo Rivadulla -conocido como el rapero Pablo Hasél-, que se había atrincherado en el rectorado de la Universidad de Lérida, provocó el martes por la noche enfrentamientos con la policía en esa ciudad, en Barcelona, en Girón y en Vic, donde los manifestantes tomaron una comisaría. Hubo 33 heridos y 15 detenidos. Esta noche se repitieron los enfrentamientos.

En el barrio de Gracia de Barcelona se encendieron bengalas y volaron adoquines contra los Mossos d’Esquadra, la policía catalana. Ardieron contenedores de basura y hubo barricadas.
Una joven que asistía a la manifestación en la Vía Augusta que se enfrentó con la Policía perdió un ojo por una bala de goma de los Mossos.

Barcelona olió a humo toda la noche. Y las escenas recordaron a lo que Cataluña vivió en octubre de 2019, cuando se conoció la condena a los políticos independentistas presos por haber organizado un referéndum ilegal de autodeterminación y por haber declarado unilateralmente la independencia de Cataluña en 2017.

El Ayuntamiento de Barcelona estimó los daños provocados en la noche del martes en 70 mil euros.
Sin embargo, unas treinta manifestaciones en toda España volvieron a salir a la calle este miércoles para reclamar la liberación del rapero.
En la Puerta del Sol de Madrid, cientos de personas se reunieron a partir de la siete de la tarde para protestar: “Pablo Hasél secuestrado por el terrorismo de Estado”, decía una gran pancarta detrás de la cual marchaban.

La marcha volvió a desbordarse y la tensión se extendió a las callecitas estrechas del centro de Madrid: se quemaron contenedores de basura en la Calle del Correo, una de las calles laterales de la sede de gobierno de la Comunidad de Madrid y la Policía anti-disturbios trató de dispersar a los manifestantes.

El rapero Pablo Hasél fue condenado en 2018 por 64 tuits, entre los que se refiere a las fuerzas de seguridad como “Guardia Civil torturando o disparando inmigrantes” y al cuerpo policial como “Policía Nazi-onal”, y por haber subido a su cuenta de YouTube su canción Juan Carlos el Bobón.
Deberá cumplir nueve meses de condena -más 30.000 euros de multa- por los delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias y calumnias contra la Corona y contra las instituciones del Estado.
Su caso fue protagonista este miércoles de la sesión de control al gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso, donde los partidos de la izquierda independentista le reprocharon a la coalición PSOE-Unidas Podemos que gobierna la falta de libertad de expresión por el encarcelamiento del rapero.

La ebullición en el Parlamento estuvo, además, fogoneada por las insistentes declaraciones del vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien durante la campaña electoral para las elecciones catalanas que se celebraron el domingo puso en duda la calidad democrática de España por la situación que vive Cataluña con políticos presos o fugados en Bélgica, como el ex presidente catalán Carles Puigdemont.
Días antes de que se cumpliera el plazo para que el rapero entrara voluntariamente a la cárcel, algo que Hasél no hizo, el gobierno de Pedro Sánchez anunció que pensaba modificar el Código Penal español para que los conocidos como delitos de expresión dejen de purgarse en un calabozo.

El Palacio de la Moncloa dio a conocer la iniciativa del Ministerio de Justicia de revisar el Código Penal en un anuncio que partió de la Secretaría de Estado de Comunicación a las nueve de la noche del lunes, horas antes de la detención de Hasél: “El ministerio de Justicia planteará una revisión de los delitos relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión para que sólo se castiguen conductas que supongan claramente la creación de un riesgo para el orden público o la provocación de algún tipo de conducta violenta, con penas disuasorias, pero no privativas de libertad”, señala el comunicado del gobierno.

Y añade: “El ministerio, en su propuesta, considerará que aquellos excesos verbales que se cometieran en el contexto de manifestaciones artísticas, culturales o intelectuales, debieran permanecer al margen del castigo penal”.
La reforma, sin embargo, no llegó a tiempo para Hasél.

Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat, Javier Bardem y Fernando Trueba, entre más de 200 artistas, firmaron un manifiesto en el que piden que dejen en paz al rapero, publicó Clarín.
El lunes, a las 22:44, Hasél manifestó en su cuenta de Twitter: “Si esto es lo último que escribo antes de ser encarcelado (…) hago una llamada a enfrentarse al miedo y desobedecer ante tantas imposiciones injustas de una tiranía cada vez más camuflada. O lo hacemos o van a seguir avanzando”, dijo el rapero.