El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, ha analizado en un artículo para RIA Novosti, titulado ‘Lecciones de historia no aprendidas’ y
publicado este viernes, la situación actual de las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington.
El político afirmó que, en los últimos años, «las relaciones entre Rusia y EE.UU. han pasado de la rivalidad a la confrontación, en realidad, volviendo a la época de la Guerra Fría «. «La presión de las sanciones, las amenazas, la confrontación de los conflictos, la protección de los intereses egoístas: todo esto hunde al mundo en un estado de inestabilidad permanente», apuntó.
Medvédev comparó la escalada de tenciones actual entre ambos países con la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y subrayó que en aquel momento la Tercera Guerra Mundial fue evitada gracias al diálogo entre el líder soviético, Nikita Jrushchov, y su homólogo estadounidense, John F. Kennedy. «La situación, que estuvo ‘a cinco minutos de la guerra’, se salvó gracias a que los líderes de las dos superpotencias mantuvieron una evaluación sobria de la situación, reconocieron y aceptaron la sabiduría del compromiso y, en consecuencia, estuvieron dispuestos a hacer concesiones», detalló.
«Un diálogo de igual a igual»
Medvédev comparó la escalada de tenciones actual entre ambos países con la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y subrayó que en aquel momento la Tercera Guerra Mundial fue evitada gracias al diálogo entre el líder soviético, Nikita Jrushchov, y su homologo estadounidense, John F. Kennedy. «La situación, que estuvo ‘a cinco minutos de la guerra’, se salvó gracias a que los líderes de las dos superpotencias mantuvieron una evaluación sobria de la situación, reconocieron y aceptaron la sabiduría del compromiso y, en consecuencia, estuvieron dispuestos a hacer concesiones», detalló.
Explicó también que a pesar de que en algunos momentos los mandatarios se comunicaron directamente, en otros no, «en cualquier caso hubo un diálogo de igual a igual entre la URSS y EE.UU., no a través del lenguaje de las amenazas y los ultimátums».
«Desde la superación de la crisis de los misiles de Cuba en el siglo XX, nunca se había producido una situación en la que dos países estuvieran tan cerca de la guerra. Porque ambos han aprendido la lección: la cooperación para resolver los problemas internacionales es mejor que la confrontación «, subrayó.
«EE.UU. se ha escorado hacia una política exterior inestable «
El expresidente ruso señaló que actualmente la situación es diferente, ya que el país norteamericano «se ha escorado hacia una política exterior inestable «, lo que, según Medvédev, «se ha manifestado en el rechazo al acuerdo nuclear con Irán, la retirada del Tratado de Cielos Abiertos» y también «en la retórica» del nuevo presidente Joe Biden.
«La nueva táctica de la administración estadounidense es señalar con una mano la necesidad de diálogo y con la otra aumentar la presión», dijo, agregando que esto puede hablar «tanto del cumplimiento de las promesas preelectorales de los demócratas como de la falta de unidad en la elaboración de políticas y la toma de decisiones del nuevo equipo».
Medvédev recordó que «el llamamiento al diálogo» se produjo durante una conversación telefónica entre los presidentes Vladímir Putin y Joe Biden. «Y de inmediato comenzó una dura retórica , se introdujeron nuevas sanciones antirrusas, se expulsaron diplomáticos y se firmó un decreto sobre la amenaza rusa. Esto incluye también la escalada artificial del conflicto en el este de Ucrania, las declaraciones militaristas de los dirigentes de Estados Unidos y el redespliegue de equipos militares en nuestra región», detalló y añadió que «la situación se está agravando».
Además, opinó que tras del colapso de la URSS en 1991 ningún otro país del mundo no tenía un poder comparable con el del país norteamericano, por lo que EE.UU. «simplemente ha perdido el hábito de un diálogo igualitario». «La nueva administración estadounidense, restaurando su posición de gobernante mundial y protector colectivo de Occidente -y convenciéndose paralelamente de ello-, no tiene la fortaleza de reconocer que alguien en el mundo puede tener capacidades estructurales y potencial militar y político comparables a los suyos. China o Rusia, por ejemplo», señaló.
Según Medvédev, la cuestión que se plantea hoy es la siguiente: «¿Encontrará la administración estadounidense actual la sabiduría del compromiso que lograron los líderes de la crisis del Caribe en la década de 1960?».
Fuente:RT