El gobierno sumó una nueva preocupación en la lucha contra el coronavirus: la falta de oxígeno
En la provincia de Buenos Aires se incrementó un 300% la demanda y en las últimas horas hubo que salir a asistir a varios centros de salud de urgencia.
El dramático aumento de internaciones de pacientes con COVID-19 en los hospitales del conurbano bonaerense elevó el consumo de oxígeno medicinal un 300 por ciento. Esto se debe a que uno de los principales recursos usados en el tratamiento y manejo clínico de las complicaciones que presentan los enfermos es ese gas enriquecido.
Por esa razón, en los principales centros de salud se está reforzando el suministro oxígeno a instancias del Ministerio de Salud y de los intendentes que observan con preocupación la merma de ese recurso esencial.
La falta de oxígeno medicinal ya se hizo sentir en algunos centros de salud del conurbano. El lunes pasado, el director médico de uno de los hospitales de la zona oeste del conurbano envió un alarmante mensaje a los jefes de área:
“Estimados todos: A falta de quilombos se suma uno mas…la empresa madre que provee oxigeno al 50% del país se llama (XXX), esta colapsada y quebrada en su entrega por unos 2-3 días. Eso significa que existe la probabilidad que vaya a faltar oxígeno en todos lados. Nos incluye a nosotros. Por eso, y hasta estar seguro, es que les pido la máxima colaboración con respecto al consumo y ser muy cuidadosos y finitos con los litros/hora/paciente. Este esfuerzo es por 24hs inicialmente ya que no sabemos cuando (XXX) recargara los tanques de las empresas intermedias. Por eso eso es que les pido hablen con los médicos y en especial enfermería y coordinaciones para que reduzcan al mínimo posible la perdida excesiva de oxígeno en las mascaras y bajar los flujos a los mínimos aceptables. Muchas gracias y los mantengo al tanto”.
La solución llegó a las 48 horas, pero en ese lapso, se vivieron momentos de crisis. El nosocomio no escapa a la realidad que padecen otros municipios: en los últimos siete días ingresaron tres veces más pacientes por COVID-19 a terapia intensiva que la semana anterior.
El viernes pasado, el gobernador Axel Kicillof y el presidente Alberto Fernández se reunieron durante dos horas y media. El encuentro fuera de agenda fue motivado por un combo explosivo: aumento de casos registrados de Coronavirus; una cifra record de fallecidos y el informe que recibió el mandatario bonaerense que ponía en números el vaticinado “tsunami”, la saturación en el sistema de salud, que llegaba al extremo de no tener camas para atender los casos más graves en algunos centros de referencia y distritos con menor capacidad sanitaria.
En esos casos, la ocupación de plazas en terapia superaba el 93 por ciento. La situación en clínicas y sanatorios es peor, entre el 95 y el 100 por ciento.
La atención de Kicillof y Fernández está puesta sobre todo en el segundo y tercer cordón del conurbano. Además de tratarse de municipios muy poblados, allí el sistema sanitario dista mucho de ser robusto, hay una concentración importante de pobreza e indigencia y se debió reforzar la entrega de bolsones de alimentos.
En el segundo cordón, hay distritos como Ituzaingó donde quedaban apenas 2 de las 29 camas UTI disponibles. Según pudo saber Infobae, de esa localidad ya fueron derivados pacientes a La Plata.
Vital para el tratamiento
Para evitar una tragedia por falta de camas y oxígeno, Kicillof, junto a Daniel Gollán, su ministro de Salud, ya comenzó a reforzar la reserva de oxígeno medicinal en los principales centros asistenciales.
En Ensenada, el fin de semana último se terminó de instalar una planta móvil de producción de oxígeno “para abastecer a los hospitales, que sufren una alta demanda en estos momentos críticos y evitar que los bonaerenses se queden sin ese recurso vital, tal como sucedió en distintos países de Europa y de la región”, opinó Gollan.
En Perú, por ejemplo, el 10 de abril pasado murieron 15 personas con coronavirus por falta de oxígeno en la localidad de Talara.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de uno de cada cinco enfermos de COVID-19 requiere oxígeno a concentraciones mayores que las que se encuentran en el ambiente. “Sin esa terapia, la enfermedad puede ser fatal”, dijo la experta en medicina de emergencia Priyanka Relan, al Boletín de la OMS, según cita France 24.
“La planta móvil instalada en Ensenada es un sistema generador de oxígeno diseñado de forma especifica para ser trasladado de urgencia a la institución que lo demande para asegurar la provisión de ese recurso”, le explicó Gollan a Infobae.
La provincia también adquirió 300 concentradores “para proporcionar oxigenoterapia a los pacientes y mantener estable el nivel de oxígeno en sangre”, dijo y precisó que “fueron instalados en el hospital El Dique, de la Región Sanitaria XI, “para ser distribuidos, según las necesidades de los centros de salud”. La planta móvil fue ubicada en el polideportivo municipal de Ensenada.
En esa localidad la semana próxima el gobierno de Kicillof instalará uno de los siete Centros Alternativos de Atención Médica Extrahospitalarios, para aumentar la capacidad de internación de pacientes leves y moderados con COVID-19.
La idea es evitar que los hospitales zonales se sigan saturando y que los pacientes pasen horas en una ambulancia esperando una derivación. También evitar la complicación de los cuadros ya que es muy difícil agregar camas de terapia, no tanto por los insumos -ya se adquirieron 1.200 nuevos respiradores-, sino por la escasez de profesionales capacitados.
Los nuevos espacios sumarán al sistema 303 camas. Los otros municipios que serán reforzados por el desborde hospitalario que sufren son La Plata, Pilar, Almirante Brown, Florencio Varela y Moreno.
Desde la cartera de Gollan, explicaron a Infobae que “se busca evitar el colapso sanitario por falta de camas en medio del ‘tsunami’ de casos que atraviesa el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)” y precisaron que, “en este momento, ese sector de la provincia presenta un 78,96 por ciento de ocupación en las terapias intensivas del subsector público”.
En algunas intendencias, la ocupación de plazas en las Unidades de Terapia intensiva es aun mayor. Distritos como Merlo y Tigre tienen desde hace tres semanas estresado su sistema de salud pública. En el primer caso los internados ya ocupan el 82,21% de las camas UTI. En el segundo, el 81,48 por ciento.
La Matanza, el municipio más poblado de la provincia, con más de 2.200.000 personas, la ocupación de terapia es del 75,65%, pero hay establecimientos como el Hospital de Agudos Paroissien, ubicado en Isidro Casanova, que tiene su terapia casi al cien por cien.
Por esa densidad poblacional, La Matanza registra la mayor cantidad de enfermos por COVID-19 desde que comenzó la pandemia, 108.041. La cantidad de fallecidos asciende a 3.087, el 10% de la totalidad de muertes por coronavirus de la provincia de Buenos Aires. Solo en las últimas 24 horas, en esa alcaldía se registraron 987 nuevos casos.
En San Isidro y Vicente López la capacidad de sus terapias intensivas está al límite. En el primer caso, llega al 90%; en el segundo al 85,51 por ciento.
Desde hace tres semanas varios intendentes tomaron la iniciativa de aumentar la capacidad de oxígeno medicinal de los hospitales de referencia de sus municipios.
Según pudo constatar Infobae, en el hospital de Garín, en el municipio de Escobar, gobernado por Ariel Sujarchuk, la burbuja de oxígeno fue ampliada al triple de su capacidad. Es decir un 300% más, el mismo aumento en el consumo de ese gas que reconoció Gollán.
Una decisión similar tomó Julio Zamora, el alcalde de Tigre. Allí aumentaron al triple la capacidad de oxígeno medicinal en la tres Unidades de Diagnóstico Precoz ubicadas en el centro del municipio, en Don Torcuato y Benavídez.
El jefe comunal de José C Paz, Mario Ishii, ya presupuestó la instalación de una planta de producción propia de oxigeno medicinal. La inversión aproximada es de 28 millones de pesos. Lo hizo, según confirmaron a este medio desde la intendencia “ante la certeza que faltará ese insumo esencial para el tratamiento de los pacientes COVID-19″.
Según los últimos reportes que recibió el gobernador Kicillof, en Tigre la ocupación de camas UTI en los hospitales es del 81,49%; en José C. Paz es de casi el 65%, una de las más bajas; y en Escobar de 87,80%.
La falta de camas hospitalarias y el fantasma del desabastecimiento de oxigeno generaron debate en los hospitales públicos sobre la forma en que se deberá actuar en caso de que dos o más enfermos al mismo tiempo necesiten ser internados en terapia intensiva y exista, por ejemplo, una sola cama.
En esos casos límite, serán los hospitales los que deberán resolver ese dilema moral a través de sus Comité de Ética, determinar qué paciente ingresará a la UTI y quién será relegado.
Esto ya ocurrió en otros países, como Italia y España, donde la experiencia marca que los profesionales de la salud deberán caminar por la fina línea de decidir a quién se le brinda los escasos recursos terapéuticos que le pueden salvar la vida y a quién no.
“El problema no es elegir a qué paciente salvar, sino después no tener culpa. Ese es el límite de la ética”, planteó, con pesadumbre, un prestigioso intensivista que observa con angustia las dos únicas camas, de 10, que le quedan en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) que dirige desde hace 12 años.
“En el último mes, la demanda de oxígeno aumentó entre el 40 y el 50 por ciento. A mediados de marzo teníamos 3.100 pacientes en terapia intensiva, el número de ayer domingo es de 4.858. Eso hace que la demanda de oxígeno supere las predicciones y creemos que el pico va a seguir subiendo”, le dice a Infobae el médico Claudio Santa María, rector de la Fundación Instituto Superior de Ciencias de la Salud, que explica: “El Coronavirus es un virus aéreo que produce una tormenta de citoquinas que afecta a varios órganos. A nivel pulmonar provocan tal inflamación que frenan lo que se llama la mematosis, el intercambio que hacen los glóbulos rojos que toman el oxígeno y liberan el dióxido de carbono. Como la inflamación es tan grande al principio hay que compensar el déficit de saturación a través de mascarillas o bigotera. Cuando el cuadro avanza y es mucho más grave, el paciente necesita ser intubado, y de esa manera, con un respirador le ponemos oxigeno a presión. La falta de oxigeno produce la muerte de las células y de los tejidos”.
Estas son algunas de las razones por las cuales el gobernador bonaerense le pide al presidente restringir aún más la circulación. Fuente: infobae