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Dólar: analistas prevén estabilidad pero ¿hasta cuándo?

La inflación les pone un piso a las cotizaciones. La mayor disponibilidad estacional de divisas en la plaza formal ayudará en el segundo trimestre. Advierten que su evolución estará atada, en parte, a las metas acordadas con el FMI.

Los dólares paralelos operan en calma tras el anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El dólar blue comenzó abril a $200 para la venta luego de caer $11 durante marzo, la mayor baja mensual (5,2%) desde enero de 2021. La brecha con el oficial se ubica en el 80%. En la misma dirección, el contado con liqui (CCL) retrocedió $10 el mes pasado.

Analistas consultados por Ámbito coinciden en que la mayor disponibilidad de divisas estacional colabora con ese escenario de estabilidad. Y estiman que su evolución estará atada, en parte, al cumplimiento de las principales metas con el FMI. Algunos advierten que la aceleración inflacionaria les pone un piso nominal a las cotizaciones paralelas.

Sergio Chouza, director de la Consultora Sarandí, planteó que en el mercado de cambios se ve que hay un momento de relativa abundancia, por una mayor disponibilidad de dólares en la plaza formal. “Esto está generando un alivio en los dólares financieros que son los que, en última instancia, arbitran al blue, por lo que uno tiende a pensar que por lo que resta del segundo trimestre no debería haber presiones alcistas. Si esto ocurre en la plaza financiera, probablemente siga a la par la misma dinámica estable la plaza paralela informal”.

El acuerdo con el FMI descomprimió la tensión en el mercado de cambios y actuó como estabilizador sobre la cotización blue, ya que luego de haber tocado valores máximos el 27 de enero, un día antes del primer pago al organismo internacional ($222), se acomodó en torno a los $200. Sin embargo, Christian Buteler, analista financiero, cuestionó la durabilidad actual del blue frente a la aceleración inflacionaria.

“Es muy difícil que se pueda mantener una estabilidad del tipo de cambio con una inflación entre 5% y 6 % mensual. Me parece que no es muy consistente: si todos los precios de la economía suben a ese ritmo, por qué el dólar (que es un precio más dentro de la economía) no debería subir a ese nivel. Actualmente, creo que tocaron un piso tanto para el blue como para los financieros entre $190 y $200”, sostuvo Buteler.

Coincidió en el análisis Alejandro Giacoia, economista en Econviews, “luego de la baja que se dio entre febrero y marzo, creemos que la brecha está en niveles cercanos a su piso, por lo que no quedaría mucho espacio para que las cotizaciones paralelas sigan bajando. En caso de que haya otra suba de tasas, lo cual es probable, y un mayor ritmo de devaluación, podrían ayudar a que la brecha entre las cotizaciones se comprima algo más, pero no mucho”.

Asimismo, Chouza señaló: “Los dólares alternativos han pegado un recorte mayor al 10% nominal. Si a eso le sumas la inflación de estos meses en torno al 30%, estás teniendo una apreciación importante en estos dólares alternativos, nominalmente ya no hay más margen para recortar”.

Las claves

Todos los economistas coinciden en que la capacidad del Gobierno de cumplir las metas acordadas con el FMI será un factor clave para que la cotización del blue se mantenga estable. Sin embargo, Giacoia agrega el factor de la disponibilidad de divisas, principalmente ante el aumento de los precios de la energía. Por otro lado, tanto Chouza como Buteler señalan que la aceleración inflacionaria presionará sobre las cotizaciones.

“La estabilidad tanto del dólar blue como del CCL, al ser cotizaciones libres, depende mucho de las percepciones que tiene el mercado. En adelante, todo lo que tenga que ver con las metas del programa con el Fondo, su cumplimiento y las revisiones trimestrales, son factores que pueden generar ruido. Otra cuestión sobre la que se deberá poner atención es la disponibilidad de divisas que tenga el Central. El aumento del precio de la energía y en particular del GNL pondrá una fuerte presión sobre las reservas internacionales, por lo que es probable que se vaya ajustando el cepo en función de ello y esto puede repercutir sobre las cotizaciones alternativas”, sostuvo Giacoia.

Por su parte, Buteler planteó que, dentro de los principales factores para mantener la estabilidad, se encuentra la emisión: “Los pesos son el combustible necesario para comprar el dólar. Ayudó en este trimestre tener una menor emisión de pesos, pero la realidad es que ya hay muchos pesos emitidos. El mercado en algún momento va a empezar a percibir estos precios baratos y lo va a demandar y el precio de esa manera subirá. También un factor importante es bajar la inflación, que desgraciadamente, al contrario, en vez de bajarla respecto a febrero tenemos una nueva aceleración. El primero se estaría cumpliendo, pero en el segundo estamos lejos”.

Chouza advirtió que, con una economía que tuvo casi 5% de inflación en febrero y aún más en marzo, la estabilidad cambiaria implica una apreciación real significativa: “Te estás apreciando al 5% mensual en los canales paralelos libres, que es un número importante, por lo cual esto no va a aguantar mucho tiempo. Lo que puede pasar es que se acelere, pero menos que la inflación, algo similar a lo que ocurre con el dólar oficial, sobre todo por el hecho de que se están apreciando las monedas de los países vecinos y de que hay inflación en el mundo, además de en la Argentina”.

En esta línea, agregó: “Hay un aspecto más macro que va a empezar a cuadrar los próximos meses, que es la marcha del estado de la economía en general, y cómo avance la perspectiva del cumplimento del programa con el Fondo, en particular. Las metas del tercer trimestre son las más exigentes y las que pueden derivar en mayores presiones sobre el dólar si se observa que el objetivo está lejos de cumplirse o se vislumbra complicado”.

Carolina Paparatto