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Charlas de quincho: los buzos de Milei, Make Argentina Great Again y la sombra de Alfonsín

Semana de quinchos variados: solidarios en la embajada de Uruguay, de comercio en el Alvear Icon. La victoria de Trump atravesó pasillos y corrillos. Tropa nutrida de veedores copó Washington pero vació el Congreso. Los gobernadores radicales almorzaron el Presidente, y hubo comentarios más jugosos que el lomo a la pimienta. Conan, la Maga y la postverdad.

Jolgorio en la Casa Rosada. La imagen de Javier Milei, parece, vuelve a crecer, según encuestadores que son más o menos confiables según cómo le den los números. En la viña libertaria celebran cuando alguna le da bien, y despotrican por la falsedad de las que le dan mal. En eso, este Presidente no es nada original y copia las reacciones de sus antecesores respecto al trabajo de hombres que suelen pifiarle en cada elección.

Pero el dólar estable, la inflación y el Riesgo País a la baja, el frente fiscal en orden son una realidad, como los más de u$s22.500 millones que ingresaron a estas pampas gracias al blanqueo, y que el Gobierno pide que se vuelquen a la economía real antes que al carry trade. Difícil bajar a los muchachos de la bicicleta, pero los dólares en la calle podrían empezar a habilitar la competencia de monedas, un sueño de las Fuerzas del Cielo. Y, por qué no, soñar con el fin del cepo que reclaman los empresarios y otros hombres de negocios.

El tramo final del año empieza a llenar la agenda de eventos, como los que ocurrieron en el Alvear Icon por los cien años de la Cámara Argentina de Comercio, con presencia de Javier Milei y una frase que apunta a ser remera, referida a las flatulencias de los buzos, una metáforo poco delicada respecto al supuesto crecimiento de la economía. También hubo un quincho solidario en la embajada de Uruguay, con presencias distinguidas. Tal vez, el quincho frustrado fue el del Foro ABECEB, que si bien contó con una nutrida presencia de economistas y figuras públicas, desertó Milei poco antes y se bajó sobre la hora Federico Sturzenegger, codiciado en medio de la avalancha de desregulaciones y privatizaciones, que estuvieron esta semana enfocadas en Aerolíneas e Intercargo. El ministro ya está en contacto con Elon Musk, quien podría llevar la receta argentina a los Estados Unidos.

Hubo corrillos variados sobre la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, con un populoso grupo de veedores argentinos ligados al mundo político, quienes viajaron por AmCham o la FURP. Además de fotos grupales y visitas a embajadas, FMI o la OEA, hubo chismes sobre el reemplazo de Gerardo Werthein en la sede diplomática de Washington. La gran cantidad de legisladores en Norteamérica vació de actividades al Congreso, que solo tuvo trajines menores y que incluyó faltazos. Por ejemplo citaron a la Comisión de Obras Públicas al secretario de Obras Públicas (valga la redundancia), Luis Enrique Giovine. Primero confirmó que iba a ir y dos días después se bajó por «cuestiones de agenda». «Se le llenó la agenda de golpe», dijo Bernardo Herrera, presidente de la comisión. Hubo críticas, por supuesto. Desde las más comedidas («Ss una falta total de respeto», de Álvaro González) y hasta las más chicaneras («Si no hay obra pública, ¿qué agenda tiene? ¿Va a un partido de fútbol?», de Liliana Paponet). Pero la que levantó más risas fue la de Florencia Carignano: «Una propuesta puede ser que vayamos al programa de Yuyito González, que ahí se hacen las reuniones de Gabinete. Quizás ahí va». Es que el Presidente pasó por el programa televisivo de su novia y se dio el gusto de cantar, acompañado por el sector adulador de su gabinete. Un retorno a los noventa en su sentido más menemista.

También pasaron los gobernadores radicales por la Casa Rosada, y comieron empanadas y lomo a la pimienta con un Milei en modo descontracturado. Conan, la Maga y la postverdad.

Orillas Solidarias

Con el mes de noviembre arrancó la temporada alta de eventos en la Ciudad de Buenos Aires. Embajadas, cámaras empresarias y varios despachos gubernamentales comienzan de a poco a celebrar cierres de año, enumerar balances y a chocar copas.

En ese marco esta semana se abrieron las puertas de la residencia del embajador de Uruguay Carlos Enciso Christiansen, y su mujer María Noel Crucci, para la 4° edición de “Orillas Solidarias”. El encuentro binacional y feria de productos de organizaciones que trabajan por la inclusión social y la sustentabilidad, reunió a figuras como el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss; el diputado Facundo Manes y las ex mannequin Teresa Calandra y Ginette Reynal, entre otras.

Pero sin dudas la atención del evento se la llevó la exprimera dama Juliana Awada. La esposa de Mauricio Macri se paseó por todo el cocktail probándose sombreros, carteras y demás artesanías que le acercaban los productores. Todos querían una foto con la “hechicera”, quien se mostró junto a la exministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.

Para completar la foto macrista no faltó al ágape la esposa del Jefe de Gobierno porteño, María Belén Ludueña. Como si esto fuera poco, también pasó también por el primer piso de la residencia del embajador el antecesor en el cargo de Jorge Macri, Horacio Rodríguez Larreta. El ex funcionario asistió junto a su pareja Milagros Maylin, quien también fue mir requerida por los productores y artesanos.

El evento solidario se realizó un día después de las elecciones en Estados Unidos y, como era de esperarse, el tema se coló entre los pasillos. Entre los embajadores presentes, además del anfitrión uruguayo se dieron cita los diplomáticos dé México (Lila Rossbach) la Unión Europea (Amador Sánchez Rico) y Congo (Daniel Marius Cibangu Kasonga Mubabingi), se comentó la expectativa por conocer quién será el reemplazo de Gerardo Werthein en Estados Unidos

En tanto, por el lado uruguayo siguen de cerca el curso del vínculo Milei-Trump y no descartan la posibilidad de que la buena sintonía entre ambos afecte las posibilidades de inversión, poniendo a Uruguay en posición de desventaja frente a Argentina.

Burbujas de «Pedo de buzo» en el Alvear Icon

Pero el debate sobre el resultado electoral en Estados Unidos no terminó ahí. De hecho, fue materia de conversación el jueves en el marco de la celebración por los 100 años de la Cámara Argentina de Comercio en el Hotel Alvear Icon. Allí más de uno copió la consigna que impuso Casa Rosada a sus funcionarios el día posterior a la elección de usar corbata roja en homenaje a Trump. Así llegó vestido al evento por el centenario el asesor y legislador porteño Ramiro Marra, quien al no tener despacho en Balcarce 50, eligió la gala para lucir dichos colores. “Solo la victoria electoral puede lograr que me ponga estos colores”, se lo escuchó decir al hincha de Boca Juniors.

El acto estuvo conducido por Mariana Arias y contó con la presencia de Javier Milei, quien acudió de traje y zapatillas y dijo ante el Grupo de los Seis ubicado en la primera fila junto a esas esposas: “Dijimos que la economía subiría como pedo de buzo y ¿adivinen qué? las burbujas están empezando a verse”.

Las ocurrencias discursivas del primer mandatario hicieron reír a lo empresarios y sonrojaron a varias damas. “¿Estará afinando la guitarra?”, bromeaban los hombres de negocios a la espera del Presidente. “¡Ahí viene el rockstar!”, gritaba otro copa en mano mientras una mujer decía: “Le gusta llamar la atención”. No obstante, los aplausos se hicieron sentir cuando el mandatario tomó la palabra, especialmente al referirse a la desregulación de Intercargo.

Previo al discurso de Milei, el titular de la CAC Natalio Mario Grinman dio la bienvenida y cedió la palabra a Jorge Macri. Durante el festejo, que comenzó a las veinte y siguió hasta bien entrada la medianoche, cerca de mil invitados degustaron variedad de fiambres, salmón, ragout de ternera y una mesa dulce repleta de macarons multicolores.

Luego del brindis, Raúl Lavie y Palito Ortega cerraron la velada e hicieron bailar a los asistentes en el Salón Ónix del Alvear. “Estos dos tienen los mismos años que la Cámara por poco”, dijo entre risas un empresario que no distaba mucho en edad de los icónicos cantantes.

Los veedores argentinos coparon Washington

Si hubo argentinos que vivieron el resultado electoral en el Gran País del Norte fueron los representantes de la política criolla que viajaron especialmente como veedores. Hubo dos grupos que partieron por separado, uno de ellos invitado por AmCham, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, y otro por la Fundación Universitaria del Río de la Plata (FURP),que dirige el macrista Francisco Quintana, con el apoyo de la Embajada de Argentina en Estados Unidos y la Embajada de Estados Unidos en Argentina.

Una nutrida concurrencia que llevó a que se paralizara la actividad en el Congreso Nacional, donde solo hubo actividades menores y en comisiones. Por AmCham viajaron, por caso, dos titulares de bloque en Diputados: el del PRO, Cristian Ritondo (Buenos Aires), y el de la UCR, Rodrigo de Loredo (Córdoba). También estuvieron en ese contingente el bonaerense Bertie Benegas Lynch (La Libertad Avanza); los macristas santafesinos Germana Figueroa Casas y Luciano Laspina; la bullrichista cordobesa Laura Rodríguez Machado; y la catamarqueña de Unión por la Patria María Fernanda Ávila. Completaron la delegación los senadores nacionales Maximiliano Abad (UCR, Buenos Aires) y Sonia Elizabeth Rojas Decut (Frente Renovador de la Concordia Social, Misiones); y el senador provincial de Santa Fe Felipe Michlig (UCR).

Un crossover que también se conjugó en el grupo de la FURP, con presencias de variopintas de bandería política: el apoderado de La Libertad Avanza, Santiago ViolaMartín Lousteau (senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires, UCR), Juan Bautista Mahiques (fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires), Miguel Ángel Acevedo (vicegobernador de Tucumán), Rita Sallaberry (diputada de la provincia de Buenos Aires – JxC), Yamil Santoro (legislador en Legislatura CABA, Republicanos Unidos) y Karina Leguizamón (presidenta del Consejo de la Magistratura de la CABA).

El nutrido grupo de veedores argentinos en Estados Unidos.

El nutrido grupo de veedores argentinos en Estados Unidos.

Entre las actividades más destacadas de los primeros aparece la visita al FMI, donde fueron recibidos por el jefe de la misión para Argentina, el venezolano Luis Cubeddu. «No es que vamos a renegociar la deuda», explicaba un legislador entre risas. No obstante, el encuentro tuvo lugar en momentos en los que Trump -quien otorgó durante la presidencia de Mauricio Macri un préstamo al país por u$s45.000 millones- regresa a la Casa Blanca.

El grupo de la FURP tuvo actividad, por su parte, en la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Embajada de Argentina en Estados Unidos. Por caso, en este último lugar, que tiene el máximo cargo vacante tras el salto de Gerardo Werthein a Cancillería, los recibió el encargado de negocios de la sede diplomática, Juan Manuel Cortelletti, en un encuentro que nada tuvo que ver con la tradicional fiesta que ofrece la Embajada para que todos los argentinos vean los resultados.

Desde ya, los corrillos versaron sobre los potenciales sucesores de Werthein, donde se anotan dos LLA, como el banquero Juan Nápoli y jefe de asesores del Presidente Demián Reidel. Hubo quienes comentaron con sorna la autopostulación de Daniel Scioli, siempre dispuesto a prestar servicios patrióticos, ya sea en embajadas u otros cargos. Asimismo, con buena parte de la delegación cercana al PRO, se mencionó el nombre de Alex Malcom Campbell, senador bonaerense por la primera sección electoral y socio en la Argentina de Carlos Trujillo, exembajador ante la OEA en la primera presidencia de Donald Trump.

Los enviados de la FURP también fueron recibidos por Miguel Braun, miembro del directorio del BID, y mantuvieron un conversatorio con Dick Morris, consultor cercano a Trump.

La populosa delegación hizo una «argentineada», al cortar la Pennsylvania Avenue para sacarse una foto con el Capitolio de fondo. «Es la foto de la revista Gente», expresó uno de los presentes, quien rápidamente se adentró en locales de merchandising, para hacerse de la gorrita de Make America Great Again.

La delegación cerró el programa en un resto argentino en Washington DC, donde comieron sánguches de milanesa, chorizo, empanadas y vino. Para el tucumano Acevedo, de todos modos, el sánguche no le llegaba a los talones al manjar de Los Eléctricos, en su provincia, donde suele pedir el «completo» con Mirinda Manzana.

Un almuerzo con la sombra de Alfonsín

También hubo empanadas en el ágape con el que Javier Milei recibió en Casa Rosada a los cinco gobernadores radicales: Alfredo Cornejo -Mendoza-, Gustavo Valdés -Corrientes-, Leandro Zdero -Chaco-, Maximiliano Pullaro -Santa Fe-, Carlos Sadir -Jujuy-.

Las empanadas antecedieron al jugoso lomo a la pimienta, y fueron dos: una de carne y una de verdura. Esta última fue mirada con desdén por el jujeño Sadir, quien cree una afrenta a la cultura culinaria norteña, un manicllar al honor de la empanada, ese relleno con hojas vedes en vez de carne, ya sea picada o cortada a cuchillo.

Como fuera, tras una previa en la Casa de Santa Fe, sobre la calle 25 de mayo, a escasos metros de Balcarce 50, los radicales fueron a reunirse con Milei con un menú de reclamos y sin saber cómo tratar las acusaciones de «golpista» que el Presidente lanzó sobre Raúl Alfonsín, prócer boina blanca. Sin embargo, se encontraron con un Milei descontracturado, risueño y dispuesto a aflojar todas las tensiones. «¿Cómo le decimos: Presidente o Javier?», le preguntó Pullaro. «Yo no te voy a decir Excelentísimo Gobernador de la Invencible Provincia de Santa Fe», le respondió, en su estilo. Desde allí, la charla fue entre Javier, Maxi, Alfredo, Leandro y el resto de los nombres de pila.

Milei y el club de los cinco gobernadores radicales.

Milei y el club de los cinco gobernadores radicales.

«En privado es más ameno que en público”, decía un radical tras el almuerzo. Las quejas comunes estuvieron relacionadas al inclumplimiento de Nación respecto a las obras a financiar en los distritos, un acuerdo de tiempos del etéreo Pacto de Mayo. «Lo vamos a resolver; anotá, Guillermo», dijo. Guillermo, por supuesto, es Francos. Sobre quien recae ahora la resolución. También hubo quien dijera que las auditorías sobre deudas viejas de Anses con las provincias por las cajas previsionales no transferidas es «no querer pagar». También hubo señales para destrabar esos giros.

Los mandatarios bajaron el tono. Admitieron ante el Presidente que empiezan a haber algunas señales de recuperación en sus provincias. Empleados suspendidos en el sector privado que volvieron a la actividad. No un rebote en “V”, pero una mejora leve. “El cambio cultural llegó y eso a nosotros nos vino bien: pudimos hacer recortes que eran necesarios sin cargar con el costo político”, se sinceró uno de ellos en la mesa. También resaltaron el ordenamiento fiscal. Un gobernador relató: «Con el primer kirchnerismo hubo un rumbo pero perdimos la oportunidad del desarrollo que nos dio la soja; ahora no podemos repetir ese error con Vaca Muerta, aunque tenemos miradas distintas del rol de Estado en la producción», le dijo un jefe provincial a Milei.

Pese a las diferencias, la jornada fue descontracturada. «Lo que nos une es lo que tenemos enfrente», les dijo Milei, en obvia alución a Cristina Kirchner, ahora presidenta del PJ. En términos electorales, solo Cornejo trasladó su preocupación por el asedio de dos funcionarios del oficialismo, con intenciones de sucederlo en Mendoza: Omar De Marchi y Luis Petri, quien el domingo a la noche esperaba en el VIP del aeropuerto El Plumerillo el cambio de una rueda del avión que atrasó su vuelo a Buenos Aires.

En la mesa, Pullaro fue el único que cuestionó al Presidente por sus dichos sobre Alfonsín. “Ya saben cómo soy, preocúpense cuando no diga nada”, fue la respuesta.

Diálogos con Conan: La Maga y la postverdad

– Padre, triunfazo de su pollo: Make Argentina Great Again

– Pero claro, Conan. Estamos en ese trabajo, volver a hacer grande a la Argentina, la Argentina del primer centenario. Antes de la decadencia peronista.

– Make Argentina Great Again, Padre. Las siglas MAGA. Ojo que la Maga puede estar en la vereda de enfrente.

– La única Maga que existe en este país es un personaje de ficción, Conan. Literatura de alto vuelo.

– ¿Usted está seguro, Padre, que Donal le dará pelota?

– Más que seguro, Conan. Él me responde a mí, yo le voy a armar el Gabinete. Con Elon, con Federico «El Coloso», con Bertie.

– ¿Padre, lo va a convencer de que diga las ideas de la libertad? Porque va a hacer todo lo contrario a lo que usted dice: subir el gasto, proteger la industria…

– Conan, es hora de que entiendas que es lo de menos qué haga. Lo importante es cómo nos autopercibimos. Es una gran enseñanza que nos dejaron los zurdos.

– Es importante eso, Padre. Importa un pito lo que haga, importa lo que digan.

– Exacto, Conan. La única realidad es la postverdad.

– Me gusta, Padre, cuando reversiona al General.

– Es lo que hay que hacer, Conan. Reversionar.

Fuente: Ámbito