Inversiones e inflación: tras dato del IPC, ¿pierden brillo los bonos CER o aún mantienen atractivo?
La desinflación está en marcha. El IPC núcleo y el índice de precios mayoristas dieron buenas señales en septiembre y las estrategias de los porfolios en moneda local se debaten entre la tasa fija vs. los bonos CER. ¿Cómo es la comparativa de rendimientos?
Tras el dato de inflación, la curva de bonos ajustados por inflación tuvo una mala performance lo que sugirió que el mercado ajustó las expectativas hacia un sendero de desinflación más pronunciado. Pese a que este escenario incentiva más las inversiones de tasa fija que ofrece atractivas tasas positivas, estos instrumentos ya parecen estar en valores elevados aunque presentan un mejor rendimiento.
Pero como se mencionó anteriormente, no hay un pleno consenso de preferencia entre uno y otro. Para Gustavo Neffa, Director de Research for Traders lo ideal sería mantener algo de bonos CER pero mantener con mayor incidencia en la cartera, las Lecaps: «Nosotros tenemos una estrategia de inversión en donde tenemos dos bonos CER recomendados pero nos gustan más las tasas fijas que estuvieron subiendo y anduvieron muy bien. Nos gustan el TZXD5 y TZXD6 que son dos bonos nuevos con rendimiento del 12,5%. Si es conveniente para la inflación baja, no. Preferimos la tasa fija, pero los encontramos baratas de acuerdo a la inflación en base al REM», explicó.
En ese contexto, aseguró que «el mercado está descontando que la inflación va a converger al 35%, por lo tanto le quita atractivo. Es un activo para incorporar a la cartera, no mucho, pero para tener».
Inversiones en pesos: cómo sigue la carrera de bonos CER vs. tasa fija
Por su parte, Juan Pedro Mazza, Estratega de Cohen Aliados Financieros, explicó a Ámbito que la carrera entre CER y tasa fija «sigue pareja». «Para que los bonos CER pierdan contra una letra tasa fija, la inflación promedio de los próximos doce meses debe ser menor al 2,5% mensual. Este nivel suena razonable, por lo que preferimos hacer un 50/50 entre ambos tipos de instrumentos».
En 2025, sin embargo, es otro cantar. PPI señaló que si bien es optimista respecto al sendero de inflación para 2025, «atrae lockear tasa fija en niveles de 3,6% de TEM en un Boncap, pero entendemos que la estrategia no está exenta de riesgos. En este contexto, los bonos a tasa fija más largos podrían experimentar mayor volatilidad y ser los más afectados si la normalización cambiaria se acelerara. Por el contrario, si el proceso desinflacionario resulta ser más exitoso, ya sea vía reducción del crawling o vía expectativas, la curva de tasa fija podría invertirse y este tramo sería el más beneficiado».
Más allá de este análisis, entre mayor o menor ponderación de un instrumento y otro, la única certeza en el plano inversor parece clara: las estrellas siguen siendo las Lecaps.
Fuente: Ámbito